En cuanto a la organización de un puesto de trabajo se deben tener en cuenta los siguientes factores para prevenir la aparición tanto de la carga como de la fatiga mental:
· El volumen de trabajo: es muy importante programar el volumen de trabajo y el tiempo necesario para su correcto desarrollo, por ejemplo mediante la creación de cronogramas, uso de agendas, etc…
· El ritmo individual ó personal de trabajo: es recomendable adaptar el ritmo de trabajo a las características del individuo (basándonos en el principio: “adecuar el trabajo al trabajador y no al trabajador al trabajo”) teniendo en cuenta el tiempo disponible para la realización de las distintas tareas.
· Distribución de pausas: es necesario la realización de pausas a lo largo de la jornada laboral para garantizar el mantenimiento de la atención. Es más eficaz realizar varias pausas breves que pocas pausas prolongadas. En la primera parte del periodo de descanso es cuando se produce el mayor grado de recuperación, lo que explica la eficacia de las pausas breves. La frecuencia y duración de la pausa está en función del esfuerzo mental que se requiera para el puesto de trabajo o tarea del mismo.
· Variación de las tareas: si un puesto de trabajo tiene atribuidas varias tareas, establecer periodos para cambiar de una a otra, de esa manera se puede prevenir la aparición de sentimiento de monotonía.
· Confort ambiental del puesto: adaptar el puesto de trabajo a la persona, de manera que la configuración de éste no genere la sensación de cantidad de trabajo, desorden de ideas, etc…
