Algunas cifras
La mitad de las personas que fuman regularmente morirán a causa del tabaco y la mitad de ellos lo hará entre los 35-65 años. La tasa de mortalidad en población fumadora triplica a la encontrada en población no fumadora.
Se producen unos 6 millones de muertes al año relacionadas directamente con el tabaco, cifra que se espera incrementar. Es por ello que nos encontramos ante una verdadera epidemia, un importante problema de salud que debemos atajar.
Efecto del tabaco
En el desarrollo embrionario, la exposición a humo del tabaco, produce un aumento de patologías como desprendimiento prematuro de placenta, placenta previa, crecimiento intrauterino retardado, muerte súbita del lactante…
En la infancia se correlaciona con un aumento de las infecciones respiratorias (aumenta hasta un 300% entre los 0 y los 6 meses; y entre un 50-100% entre el año y los 3 años de vida); la frecuencia de crisis asmáticas se incrementa entre un 50 y un 100%, y casi un 50% la aparición de otitis medias. Además aumenta el riesgo relativo de enfermedad coronaria en torno a un 25%, el riesgo de cáncer de pulmón un 39% y el riesgo de padecer asma un 60%.
Cómo disminuir la demanda de tabaco
Se calcula que hay 1,2 Billones de fumadores, por eso podemos afirmar que se trata de una verdadera epidemia. Y con un predominio en países en vías de desarrollo.
Cuando se plantean medidas para disminuir el consumo de tabaco, se ve que lo más efectivo es aumentar la fiscalidad del tabaco, es decir, subir el precio. Sobre todo influye en la prevención del inicio de consumo; aunque también tiene importancia en evitar el paso de la fase de experimentación a la de consumo regular. España sigue siendo el “estanco de Europa”, ya que es uno de los países miembros donde más barato está el tabaco.
Protección contra la exposición al humo del tabaco
Cuando entramos en un espacio con humo de tabaco, en 30 minutos ya se produce una disminución de nuestro flojo coronario, en 2 horas el riesgo de infarto aumenta un 10%.
Mientras que sin humo: se facilita la “desnormalización” de la conducta tabáquica. Disminuye la prevalencia tabáquica un 10% frente al 4% con prohibiciones parciales. En conclusión, que no se pueda fumar en un lugar público nos ayuda a dejar de fumar por el solo hecho de no ver a otra persona fumando.
En España, 800.000 trabajadores, de la hostelería principalmente, se veían obligados a estar expuestos al humo tóxico del tabaco, en definitiva, a sustancias cancerígenas. Algo que parece inconcebible en otros sectores industriales.
Los estudios serios demuestran que la prohibición de fumar en lugares públicos no solo no disminuirá las ventas, sino que las aumentará.
Tabaco y Sistema Nacional de Salud
Dejar de fumar es la medida más eficaz en términos de mortalidad, y disminuye los costes directos en sanidad por tabaquismo (10% del gasto sanitario total). Por cada euro que se recauda por impuestos del tabaco se gastan 2 euros en tratamientos.
Tratar el tabaquismo es una iniciativa coste-efectiva, más eficaz en términos económicos y de mortalidad que el cribado del cáncer de cuello de útero, por ejemplo.
La financiación de los tratamientos de deshabituación son posibles porque:
· Aumenta el número de intentos de dejarlo.
· Disminuye las desigualdades en salud: los que tienen menos recursos son los que hacen más intentos y los que menos lo consiguen.
Como novedad, el etiquetado con pictogramas (dibujos de los estragos del tabaco) aumenta el número de intentos de abandono en los paises donde se han empleado.
Reflexiones
Deja de fumar, ahorrarás dinero, ganarás en salud, no arruinarás al sistema público sanitario que tanto cuesta mantener y tantas ventajas tiene,… No vale la excusa que cada uno hace lo que quiere, porque puedes exponer a inocentes a sustancias cancerígenas, gente que no tiene por que enfermar porque otro quiera fumar.
Ánimo, tu médico te puede ayudar.